"RBD me abrió las puertas literalmente al mundo, pero también ha creado las expectativas"

El acento mexicano marcadísimo y la simpatía, la derrocha a borbotones a través del hilo telefónico. Así es Dulce María, ex RBD que se suma a sus compañeros Anahí, Christian, Maite y Kristopher en la supervivencia en el ruedo musical a través de carreras en solitario una vez que el grupo juvenil se disolviera en el año 2008.

En la voz de Dulce María se oye aún a la adolescente que logró, junto a sus compañeros de fórmula, conquistar el mundo juvenil. Sin embargo, es mucho lo que han cambiado las cosas en su vida desde éxitos como Solo quédate en silencio.

"Definitivamente RBD fue una escuela y una experiencia increíble e irrepetible", asegura la mexicana. "Al ser parte de un grupo, de alguna forma, todo era más sencillo en fines prácticos, porque yo solamente iba cantaba y disfrutaba del show", recuerda.

Dulce María hace esas reflexiones de cara a lo que ha sido el lanzamiento de Extranjera, su primer trabajo discográfico como solista, con el cual, ya ha empezado a cosechar no pocos éxitos en el mercado hispano parlante.

"Definitivamente ha sido un crecimiento", relata en relación a esta nueva etapa de su carrera profesional. "Realmente me involucré en todo desde el nacimiento del disco, todas las canciones, el escribir letras, estar pendiente del arte, las fotos, el nombre del disco...", cuenta emocionada a poco tiempo de haber salido a la venta su debut sin otra compañía que ella misma.

El disco -que será dividido en dos entregas, parte I y II- si bien la llena de mucha alegría no le ha nublado la visión real de las cosas y el panorama que le espera ahora.

"RBD me abrió las puertas literalmente al mundo, pero también ha creado las expectativas o lo que la gente piensa de mí, pues ya es una idea preconcebida por haber sido parte del grupo", revela.

Con el posible problema claro, Dulce no tiene más que una humilde respuesta. "Los invito a que escuchen las canciones, lo que estoy haciendo, pues porque ahora soy yo sola, no es un proyecto de un grupo, es solo lo que yo siento, pienso y vivo", señala.

Justamente, ese producto final del que habla Dulce María es, para ella, el resultado de un largo y justificado ejercicio de revisión personal.

"Tiene mi sudor, mi sangre, mi amor y mi todo", resume la cantante. Pero.. ¿por qué le tomó más tiempo que a sus compañeros enfrentar la vida en solitario? "No son competencias ni carreritas, realmente cada quien hace las cosas a su ritmo y como puede", es lo primero que responde.

Luego, ofrece más detalles de lo que fue el proceso para poder llegar a tener Extranjera en la calle. "Yo estuve haciendo una novela que duró como ocho meses después de RBD, y estuve metida allí, tenía la oportunidad de sacar el disco entonces, pero me dije a mi misma que no".

El haber esperado antes de dar el gran paso tenía para la intérprete una razón muy obvia. "Necesitaba saber quién era, escribir y todo este tiempo -que fue casi un año- para poder sacar un disco en el cual que yo me sintiera reflejada".

Satisfecha está con los resultados alcanzados. "Se hizo todo con tiempo y amor. No tenía ninguna prisa, lo que necesitaba no era rapidez, sino calidad", sostiene.

El disco que ya se consigue en las tiendas tanto de Latinoamérica como de España tiene, para Dulce María, "ese elemento que me hace decir 'así soy yo', eso está logrado", asegura.

El público parece haber acogido de buena manera la nueva propuesta musical de la estrella. Al menos así lo refleja la rotación que en las radios ha tenido el primer sencillo promocional, Inevitable.

"En México, España y Argentina la canción debutó en los primeros lugares y eso es algo que no me puedo creer, pasa gracias a que la gente está creyendo en mí y le está dando la oportunidad a mi música", agradece de manera genuina.

Resulta imposible, conociendo el currículum de Dulce María, preguntarle dónde quedarán las otras actividades que tradicionalmente acompañaron el canto. "Definitivamente mi prioridad es la música, quiero empezar a hacer shows y todo eso. Le dije bye a la actuación y ya de novelas, nada".

Pese a la firmeza de su decisión de despedirse del histrionismo, Dulce María se va con el gusto de haber incursionado en el cine, además de la televisión.

"Lo que hice este año, que todavía tenía un poco de tiempo, fue una serie y una película que se llama ¿Alguien ha visto a Lupita?, que sale el próximo año, cuenta sin ningún rastro de nostalgia.

Lo cierto es que no tiene tiempo para extrañar el pasado cuando el presente (y el futuro) se le dibuja tan lleno de oportunidades. Una de ellas, la composición, es algo que la tiene visiblemente entusiasmada.

"Escribir es algo que soñaba y que no es fácil, es difícil hacer una canción integral", comparte en tono bastante íntimo. Si bien la actividad de dejar sus ideas en blanco y negro no le es ajena, cuando se trata de que sean temas musicales la historia cambia bastante.

"Yo escribo, pero se trata de mis pensamientos, y así es bien fácil, bueno, quizás no fácil, pero no hay que pensar en que tenga una buena melodía, una buena letra, que sea comercial y que le guste a la gente", compara.

No se atreve a llamarse a sí misma una compositora aún, pero espera que ese día llegue pronto. "Estoy en eso, sigo preparándome y dando lo mejor de mi para poder seguir creciendo en la composición", cuenta.

Sobre lo que será la parte promocional de su nuevo disco, que hasta ahora la ha llevado a visitar España, Dulce María no esconde las ganas de montarse en un avión y seguir viajando.

"Ese es mi sueño, poder expresarme a través de mis canciones, para mí la música es esencial en mi vida", comenta.

¿Y está Venezuela en la lista de plazas a visitar? "Para mí Venezuela es un lugar muy importante, me han apoyado muchísimo y tengo muchas ganas de ir". Habrá que dejar entonces el calendario libre. "No sé cuando iré, pero voy a mover todo para ir a dar un concierto, de promoción o a firmas, a algo, pero yo iré", garantiza.